Son de una variedad que se llama "yema de huevo", mirad por qué.
Su color es amarillo como la yema de huevo y hasta del mismo tamaño que éste.
Las lavé muy bien (porque suelen comerse con piel) y las puse a cocer tal y como me dijeron, con el agua justa para cubrirlas y un poco de sal. Se hicieron enseguida.
Mirad qué buena pinta. Pueden comerse solas o con mojo picón, por supuesto.
A la hora de hacer el mojo busqué por internet algunas recetas. Hay muchas maneras de hacerlo, puede ser verde o rojo, según los ingredientes y puede hacerse con la batidora o majando los ingredientes en un mortero. Yo probé a hacer el mojo rojo.
Aquí os pongo los ingredientes:
Dos tomates (no aparecen en todas las recetas, la mayoría prescinden de ellos, pero a mí me han gustado), dos ajos, dos cayenas, un vasito del tamaño de chupito largo de aceite de oliva virgen extra (por supuesto, siempre virgen extra) y otro de vinagre (éste es de Jerez), sal, una cucharadita de pimentón (yo lo utilicé dulce, con las cayenas y los ajos tendremos suficiente picante) y otra cucharadita un poco más grande de cominos.
Preparación:
Pelamos y troceamos los tomates. Pelamos los ajos y les quitamos el germen. Damos un cortecito a las cayenas y les quitamos las semillas, las remojamos un poco con agua.
Empezamos a incorporar todo al vaso de la batidora: los tomates, los ajos, las cayenas, el pimentón, los cominos, el aceite, el vinagre y la sal. Lo batimos todo.
Éste es el resultado
Añadimos a las papas el mojo
¡Vamos a probarlo!
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