Éstos son los ingredientes:
Una berenjena, agua, sal, harina, gaseosa y aceite.
Preparación:
Pelamos y troceamos la berenjena, la ponemos en agua con sal (es mejor dejarla unas horitas, así va soltando amargor y cogiendo la sal, pero si no hay tiempo no pasa nada).
En un tupper ponemos harina suficiente para cubrir las berenjenas que se añaden ya escurridas. Lo tapamos y movemos para que las berenjenas se enharinen.
Quitamos el exceso de harina o las pasamos a otro tupper. Las rociamos con gaseosa (para que creen una película que las pone crujientes y hace que no absorban tanto aceite). Las añadimos a la freidora o a la sartén con aceite y con el fuego fuerte. Cuando estén cocinadas se dejan reposar un poco en papel de cocina para quitar el exceso de aceite.
Se ponen en un plato y están listas para comer, por ejemplo, con un poco de salmorejo.
Mmm...un bocado exquisito.
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